miércoles, 11 de febrero de 2015

Aire

La voz de la mañana, tarde y noche ¿Qué clase de historias tienes en tus invisibles alas?
Cruzas las tierras, las arenas y las aguas, como si aquello no fuera nada, mientras que para mis dos piernas es mucho más que nada.
Sólo con mi ingenio cuento para acercarme un poco a tu silenciosa velocidad, a tu dulce cantar.
Viento, creador de nuevas obras, unas admiradas por el hombre mientras que otras, temidas por él
Moldeas las rocas, cambiando tu sabiduría de otras tierras por las memorias de los testigos inmóviles.
La fuerza de tu aliento recobra vidas, como también las quita ¿Podremos conocer un poco sobre ti?
Tu naturaleza inquieta te transforma en un elemento solitario de nuestros dedos, pero siempre estas, cuando te necesitamos, estas para darnos aliento.
¿Cómo agradecer a tan fiel acompañia, querido viento?
Las alas de mi imaginación van a tu paso, recorriendo, entrañando cada parte del mundo, esperando el surgir de las sirenas a media noche.Oh sí, no solo el mar esconde grandiosas criaturas. Tu mismo, viento, dentro de tu invisible manto, resguardas hermosos océanos de secretos. 
Un manto infranqueable ante los hostiles, mientras que para los pacíficos es tan suave como una pluma, al dejarnos pasar, no habrá nada que lamentar.
Veremos brillar la más grandiosa existencia de cada ser, de cada creencia y cada nota musical la percibirán todos los sentidos, pues no solo el viento me dejara escuchar, sino sentir, oler y palpar el dulce canto del fuego, el rugir de la tierra, los poemas de las ballenas, delfines y sirenas además de las viejas palabras de las brisas y ventiscas ¿Y los remolinos y huracanes? ¡Qué esos también asistan! Gritaran y gritaran con tanta furia que mi cuerpo vibrara con toda su energía 
¡Cuanta sabiduría me brindas querido viento!

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